Cuando creía que el maravilloso mundo de la
figuración ya no me podía deparar más sorpresas, mira tú por donde que la gente
de la productora Arriska de Joel Joan va y me invita a una boda. De todas
maneras, hay que especificar que no era una boda real, y con real no me refiero
a una boda borbónica, sino una boda de ficción en la que dos de los
protagonistas de la serie ‘El crac’ se casan.
La
‘boda’ en cuestión se celebró en un lugar dedicado especialmente a este tipo de
eventos situado a las afueras de Castelldefels y muy cerca de Gavà, llamado
‘Les Marines’, que se caracteriza por un amplio jardín donde realizar la
ceremonia civil y un espacioso salón comedor y terraza para el banquete y
posterior fiesta.
El
rodaje del evento empezó a las 10 de la mañana, hora en que ya apuntaba que
sería un día especialmente caluroso. Pero fue mucho más que caluroso, fue
sofocante, y más teniendo en cuenta que todas las secuencias del día se
grabaron en exteriores sin apenas sombra.
Para
que os hagáis una idea del calor que hizo, basta decir que más de un figurante
sufrió un lipotimia, y un servidor estuvo casi a punto, de no ser por el
estupendo equipo de producción que me hidrató constantemente por dentro, con
agua, y por fuera, con crema. Aun así, cuando se acabó el rodaje, mi cara tenía
el mismo color que la alfombra que recibía a los invitados y novios.
La
parte positiva del rodaje fue que estuvimos todo el día rodeados de ‘celebrities’
del cine y la televisión del país, que ejercían de invitados de honor al
evento, como Marc Cartes (en la foto), Pere Arquillué, Joan Carreras, Assumpta
Serna o David Janer (‘Águila Roja’).
Al
día siguiente el rodaje de la boda siguió, como si de una celebración gitana se
tratase, pero, por suerte, se grabó de noche y nos evitamos tener con lidiar
con mi buen amigo Lorenzo. No obstante, los mosquitos hicieron de las suyas y
más de un figurante y actor se fue a casa con una picada de más en su cuerpo. Por suerte, no fue mi caso.
Continuará…
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